Monday, August 31, 2009

Derechos y deberes de profesores y alumnos

1. Los profesores.
Asuma ante todo un espíritu de padre con respecto a sus alumnos, y piense que está en el lugar de aquellos que le han confiado a sus hijos. No tenga él vicios, ni los tolere. No sea desagradable su actitud austera, no sea excesiva su familiaridad; no vaya a ser que nazca de la una odio y de la otra desprecio. Hable mucho de honestidad y bondad, pues cuantos más avisos dé, menos castigará. No se deje llevar nunca por la ira, pero tampoco deje pasar lo que debe corregirse. Sea sencillo en su enseñanza, sufridor del trabajo, esté siempre cercano, pero no en exceso. Responda gustoso a los que le preguntan, a los que no le preguntan, pregúnteles de repente. En las alabanzas de las exposiciones de sus alumnos no sea tacaño, pero tampoco exagerado, porque lo uno provoca disgusto con respecto al trabajo, lo otro autosuficiencia. Al corregir lo que debe, no sea duro, y mucho menos, amenazador, pues a muchos les aleja del propósito de estudiar el que algunos les repriman como si les odiasen. Diga alguna vez, es más, muchas, y diariamente, constantes ejemplos sacados de la lección para su imitación, sin embargo, según se dice, la viva voz alimenta mucho más y, sobre todo, la del maestro al que sus discípulos, si están bien educados, aman tanto vomo veneran. No se puede decir cuánto más gustosamente imitamos a quienes apreciamos.

2. Los alumnos.
Después de hablar bastante de los deberes de los maestros, a los discípulos, entretanto, sólo les recomiendo esto: que amen a sus maestros no menos que a los mismos estudios, y crean que son sus padres, no físicamente hablando, sino en el plano intelectual. Este deber hacia el maestro ayudará mucho al estudio, pues los escucharán mejor y creerán en sus palabras, y desearán vivamente parecerse a ellos. Finalmente vendrán contentos y entusiasmados a las reuniones de las escuelas, no se enfadarán cuando se les corrija, se alegrarán cuando se les alabe, y se dedicarán al estudio para ser los más queridos. Pues así como el deber de aquéllos es enseñar, el deber de éstos es mostrarse dóciles. De lo contrario, una cosa no sirve sin la otra. Y así como el hombre nace de la unión de uno y otro progenitor, y en vano se esparce la semilla si no la calienta el surco bien mullido, de la misma manera, la elocuencia no puede desarrollarse si no existe la concordia asociada del que transmite y del que recibe.


Quintiliano, Instituciones oratorias.

Sunday, August 30, 2009

El David de Caravaggio

Es una pintura inquietante. Llama la atención, de golpe, el pronunciado contraste entre las penumbras y el cuerpo iluminado del joven que hace las veces de David. El joven ha sido pintado con un realismo vulgar, nada hay del carácter regio del David bíblico.

En la cabeza sangrante del Goliath vencido, Caravaggio ha plasmado su último autorretrato, el más crudo y patético: la cabeza de un hombre muerto derrotado por un púber.

Las capacidades del genio de Caravaggio no están en duda: su realismo es pasmoso. Este 'maestro de las tinieblas' trabajaba con gran rapidez y directamente sobre el lienzo, sin bosquejos previos. Su conocimiento del oficio de la pintura, lo peculiar de su genio, sus contrastes: todo ello está expresado en este "David con la cabeza de Goliath"

A nightmare (Caravaggio)

"Lo que, después del Renacimiento, comienza con Caravaggio es simplemente la pintura moderna"
> - André Berne-Joffroy

"Se habla de Michelangelo de Caravaggio, indiferentemente, como tenebrista o luminista. Se ha olvidado que, sin él, no habría habido un Ribera, un Vermeer, un la Tour ni un Rembrandt. Y Delacroix, Courbet y Manet habrían pintado de otra manera."

Roberto Longhi

"Después de Miguel Ángel, ningún otro pintor iltaliano ha ejercido tanta influencia."

Bernard Berenson

"Vino a destruir la pintura."

Nicolas Poussin

Friday, August 28, 2009

Unas palabras sobre "El mono desnudo"

El zoólogo inglés Desmond Morris no tuvo que esperar mucho tiempo para ver la controversia que provocó la publicación de su libro "The Naked Ape", en 1967. No era para menos, Morris no tuvo el menor reparo para afirmar que el hombre no es más que un simio sin pelo.

"Hay ciento noventa y tres especies vivientes de simios y monos.
Ciento noventa y dos de ellas están cubiertas de pelo.
La excepción la constituye un mono desnudo
que se ha puesto a sí mismo el nombre de homo sapiens".

(D. Morris)

Muy pronto se puso en evidencia que como muchos otros tantos libros de divulgación científica, "The Naked Ape" carece del rigor necesario que la labor de la ciencia exige. Morris suelta aseveraciones atrevidas que no sustenta, ni procura recordar que sólo son imaginaciones hipotéticas a comprobar. Probablemente, el mayor error que comete Morris es que en lugar de enriquecer su investigación con los frutos de otras disciplinas científicas (estudio interdisciplinario), invade indiscriminadamente con especulaciones zoológicas, otras áreas del conocimiento: antropología, etnología, filosofía, ética, historia- reduciendo así, el vasto mundo del saber, al estrecho margen de la zoología moderna.

El reduccionismo naturalista se pone de manifiesto desde el inicio, como cuando Desmond Morris dice: "Yo soy zoólogo y el mono desnudo es un animal. Por consiguiente éste es un tema adecuado para mi pluma, y me niego a seguir eludiendo su examen por el simple motivo de que algunas de sus normas y comportamientos son bastante complejas y difíciles". Aquí se puede hallar su axioma básico sobre el cual se construye su libro: el hombre es un animal sin más (no hay nada, según él, que distinga esencialmente al hombre para que sea considerado dentro de una esfera nueva del ser). Olvida o ignora; en cualquier caso no es admisible para un hombre de ciencia- el gran legado de diálogo y estudio sobre este tema, que se ha venido formando desde la antigua Grecia hasta nuestros días. Olvida e ignora la historia de la antropología para hacer un libro antropológico.

Por ello, vale la pena recordar la famosa anécdota sobre una de tantas riñas entre Platón y Diógenes. Platón encontró que -de todos los seres vivos que conocía- sólo las aves y el hombre caminaban bípedos. Raro en el venerable griego -concienzudo y riguroso en su investigación filosófica- se le hizo fácil definir al hombre como un bípedo implume. El cínico Diógenes no desaprovechó esta oportunidad para ridiculizar este desliz de vanidad del sabio ateniense: llegó con un pollo desplumado, diciendo: 'he aquí el hombre...'.

Me pregunto qué diría el mordaz y elocuente Diógenes si leyera "The Naked Ape";... al menos tendría motivo para reír o para brindarnos un sagaz e ingenioso aforismo que de una vez por todas destripara tan desafortunado libro.

Dentro de la antropología moderna, es necesario mencionar la importante obra del antropólogo y fenomenólogo Max Scheler, que considera al espíritu como la diferencia esencial entre el hombre y el resto de los seres vivos. El espíritu humano implica vida interior y trascendente, inteligencia abstracta y racional, autoconciencia. En su libro "El puesto del hombre en el cosmos"; dedica varias páginas para enunciar las diferencias abismales que hay entre el hombre y los animales más cercanos evolutivamente; es decir, chimpancés o gorilas- que difícilmente se pueden reducir a la falta de pelo. Scheler también discute si realmente está justificado incluir al hombre dentro del reino animal. Pues el hombre, aun con todas las semejanzas que guarda con los primates, guarda muchas más diferencias -peculiaridades esenciales- que lo distinguen de todo animal, de todo ser vivo, de todas las cosas. Por ejemplo, puede denominar y simbolizar, clasificar y entender a las cosas. El hombre constituye a la naturaleza como 'naturaleza'; y entiende al mundo como 'mundo', gracias a su esencia verbal que le permite razonar, hacer ciencia y, sobre todo, vivir humanamente. Scheler demuestra que los animales no tienen propiamente un 'mundo', sumidos como están en su hábitat:

"El animal vive extático en su mundo ambiente, que lleva estructurado consigo mismo adonde vaya, como el caracol su casa. El animal no puede llevar a cabo ese peculiar alejamiento y sustantivación que convierte un 'medio'; en 'mundo' (...) está incrustado y sumido en la realidad vital correspondiente a sus estados orgánicos, sin aprehenderla nunca 'objetivamente'. La objetividad es, por tanto, la categoría más formal del lado lógico del espíritu."

Desmond Morris ignora que para el proceso civilizatorio de la humanidad, así como para la formación de las complejas sociedades humanas, fue fundamental el don de la palabra, que se distingue por mucho de todo lenguaje animal. La función de la palabra en la formación de la cultura y del mismo hombre, es vital e incomparable en importancia, al impacto que tuvieron las modificaciones evolutivas (marcha erecta o piel desnuda) en el ser humano. Aun así, Desmond Morris concluye:

"Y ahí tenemos a nuestro Mono Desnudo, vertical, cazador, fabricante de armas, territorial, neoténico, cerebral, primate por linaje y carnívoro por adopción dispuesto a conquistar el mundo. Pero es un producto novísimo y experimental y, con frecuencia, los modelos nuevos presentan imperfecciones. Sus principales agobios derivarán del hecho de que sus progresos culturales rebasarán a todos los progresos genéticos. Sus genes quedarán rezagados, y tendremos que recordar constantemente que, a pesar de todos sus éxitos en la adaptación al medio, sigue siendo, en el fondo, un mono desnudo."

Con su mirada de zoólogo, Desmond Morris no puede ver en el hombre nada más que un animalito vulnerable luchando por su supervivencia. La sociedad como una zoociedad, donde han de reinar las leyes de la selva. Por libros como "El mono desnudo" o "El zoo humano", es posible encontrar en nuestros tiempos, una legión entera de seres humanos que se consideran a sí mismos viles simios lampiños. Este triste panorama parece la realización más cruel de la pesadilla del escritor francés Pierre Boulle: nuestro mundo humano transformado en The Planet of the Naked Apes.




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Publicado el miércoles 2 de febrero de 2005, a las 2:50 am en algún foro de filosofía.

Thursday, August 27, 2009

Invitación a la filosofía

Hoy en día, desgraciadamente, pocos psicólogos y pocos pedagogos poseen bases filosóficas firmes para fundamentar su labor práctica y teórica. Por eso tantos son embaucados por todo tipo de modas ideológicas: corrientes de pensamiento -"ismos" y más "ismos"- que muchas veces sólo traen consecuencias inconvenientes.

Creo que hoy más que nunca es importante volver a la reflexión filosófica profunda, mejor aún si se comienza acercándose al pensamiento clásico.

Hoy existe gran discrepancia entorno a cuestiones fundamentales como:
¿Qué ser humano queremos formar y educar? ¿Qué proyecto de humanidad implica nuestra psicopedagogía? En psicología: ¿qué es salud mental? ¿cuándo un hombre es saludable?
Tales cuestiones que determinan el tipo de labor a realizar, no pueden contestarse -y ni siquiera plantearse correctamente como 'cuestiones'- sin la filosofía.

La filosofía no es algo exclusivo de un oficio dado, no pertenece sólo a los que han hecho carrera profesional en este tema: la filosofía pertenece y compete a la humanidad entera, pues trata del problema humano -que es problema de todos- y, en algún sentido, como señala el viejo dictum aristotélico, todos somos filósofos y anhelamos el encuentro con la verdad.

Publicado el domingo 28 de noviembre de 2004, a las 8:24 pm, en un foro de psicopedagogía.

Wednesday, August 26, 2009

Renacimiento perpetuo de la filosofía

Asombrarse: abandonar las sombras e iluminarse,
insight y revelación, mirada encendida,
interrogación y misterio, contemplar la vida
con nuevo fulgor: ha nacido la filosofía.

Publicado el lunes 31 de enero de 2005, a las 8:11 pm., en un foro filosófico de internet (ahora desaparecido).

Tuesday, August 25, 2009

Leibniz según Balmes

Sean cuales fueren las dificultades a que están sujetas las teorías de Leibniz, procuraba el ilustre filósofo soltarlas conciliándolas con la libertad de Dios y la del hombre; no sería justo atribuirle consecuencias que él rechazaba; en tal caso debe impugnarse la doctrina, pero respetando la intención del autor. Los extravíos que padece provienen de lo extraordinario de su genio, ávido siempre de explicaciones nuevas y que era atrevido porque se sentía poderoso. Rival de Malebranche en Metafísica, de Newton en matemáticas, insigne anticuario, profundo filólogo, adornado de vasta erudición, versado en las ciencias sagradas hasta el punto de sostener una polémica con el mismo Bossuet; eminente político, que pronosticaba las revoluciones modernas con un siglo de anticipación; absorbido continuamente en meditaciones filosóficas y religiosas, buscaba la verdad con un ardor increíble, siendo de notar que, nacido y educado en la religión protestante, supo elevarse sobre las preocupaciones de sus correligionarios, haciendo justicia al catolicismo en casi todos los puntos y escribiendo su famoso Systema theologicum, que pudiera hacernos dudar de que muriera protestante. Como quiera, Leibniz, a pesar de lo peligroso de algunas de sus doctrinas, merece ser tratado con respeto, y si se levantase del sepulcro confundiría de una mirada a esa turba de filósofos que sin poseer ni su sabiduría ni su ciencia, disuelven las ideas en su patria, la Alemania, y preparan desde allí grandes calamidades al mundo entero.
Jaime Balmes

Publicado el jueves 23 de diciembre de 2004 (a las 6:28 am) en algún foro filosófico de internet. (Bibliografía: Balmes, Historia de la filosofía - Filosofía elemental; 300. )

Monday, August 24, 2009

Dios ocultó el mar

Dios ocultó el mar y mostró la espuma,
ocultó el viento y mostró la polvareda...
¿Acaso la polvareda podría levantarse por sí misma?...
Y sin embargo, ves la polvareda, pero no el viento.
¿Acaso la espuma podría burbujear sin el oleaje del mar?
Y sin embargo, ves la espuma, pero no el mar.


Yalal ad Din Rumi

Tuesday, August 04, 2009

Ajedrez

Me encanta el ajedrez, la poesía y la creatividad de Borges... y he aquí todo esto junto y de la mejor manera.


Ajedrez

I

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.



II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza

de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Jorge Luis Borges

(Publicado previamente en algún foro de internet)