Sunday, October 17, 2010

Mandelbrot

EFE. WASHINGTON Lunes, 18 de octubre de 2010 - 04:00 h.

El matemático Benoît Mandelbrot, que acuñó el término geometría fractal y fue pionero en ese campo de las matemáticas, falleció el pasado jueves en Massachusetts a los 85 años, según informó ayer su esposa al diario The New York Times.

Aliette Mandelbrot dijo al rotativo que el matemático polaco y nacionalizado francoestadounidense padecía de cáncer de páncreas y falleció el jueves en la ciudad estadounidense de Cambridge.

El padre de la geometría fractal desarrolló sus ideas mientras intentaba determinar cuál era la longitud de las costas británicas, y logró aplicar sus conocimientos de las matemáticas a otras áreas, como el precio del trigo o también el crecimiento de los cerebros de los mamíferos.

Benoît Mandelbrot nació en Varsovia el 20 de noviembre de 1924 y se trasladó de niño con su familia a Francia. Durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial, pasó sus días trabajando en el campo.

Posteriormente, Mandelbrot realizó estudios tanto en París como en EE UU, aunque fue en Francia donde recibió su doctorado, en 1952.

Autor de varios libros, el matemático Benoît Mandelbrot popularizó su obra también a través de una serie de charlas públicas y en 1958 comenzó una fructífera carrera con la empresa IBM hasta el año de su jubilación en 1987.

Catedrático en Yale

Tras su jubilación de la empresa IBM, Benoît Mandelbrot fue catedrático de matemáticas en la Universidad Yale, donde regresó de nuevo a la jubilación en 2005.

Mandelbrot también ocupó diversos puestos en el Pacific Northwest National Laboratory, la Universidad Lille Nord de Francia, el Instituto para Estudios Avanzados y el Centro Nacional de Investigaciones Científicas

Smarties: Mandelbrot Set

Mandelbrot Meets a Nova (Hi Res)

Sunday, October 03, 2010

Por las cuentas que nos tienen

Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo

OVIEDO, sábado, 2 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje que ha escrito al comenzar octubre, mes del rosario, monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apostólico de Huesca y de Jaca.



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Eso de contar lo llevamos todos dentro. Contar aquello que cuenta, contar las cosas o incluso las personas con las que podemos contar. No es un trabalenguas esto, sino que tiene su aquel, porque en torno a las cuentas cada uno de nosotros se sitúa y se retrata en la vida, dependiendo de aquello que asumimos, aquello por lo que a diario optamos, aquello que representa el latido de nuestra paz y esperanza o de nuestro miedo e insidia. ¿Contamos el bien que nos hace y nos une o contamos el mal que nos enfrenta y destruye?

Hay contadurías que calculan los modos y las maneras para el mal. Y ahí están las cuentas de los terroristas que calculan sus violencias, o los corruptos que calculan sus insolidarias fechorías, o los poderosos que calculan su permanencia en la prepotencia, o los frívolos que calculan lo superficial de sus tonterías. Cuántas industrias del mal calculan los réditos del poder, del tener o del placer en sus mercaderías. Las poltronas del abuso con todos sus nombres, los negocios que pasan por la droga, el tráfico de armas, la pornografía, y últimamente el negocio del aborto en donde se cobran a precio de la vida de los más inocentes el futuro truncado de quienes decidieron que no nacerían. Hay un largo etcétera en estas cuentas del mal, que tienen contables a sueldo para diseñar cuidadosamente la estrategia que les permita seguir en lo que están, caiga quien caiga, muera quien muera, pase lo que pase.

Al comenzar este mes de octubre, me ha venido este pensamiento de las cuentas, por la cuenta que nos tiene, al desgranar ese objeto piadoso que llamamos rosario que también tiene sus cuentas que contar. Podrá parecer que me he ido lejos en la reflexión, y que el aterrizaje en el santo rosario se hace forzoso cuando me he ido a esas alturas o bajuras que acabo de nombrar. Y sin embargo creo que ante tamaña provocación de las cuentas del mal, los cristianos debemos tener claras las cuentas del bien que nos llama. El rosario es una oración a María, muy querida en la tradición cristiana, que en este mes de octubre tiene una particular referencia por ser el mes dedicado a esta devoción. Lejos de ser una oración cansina, repetitiva, aburrida de tanto contar lo mismo en esas cincuenta cuentas que lo componen, se trata de una oración que tiene que ver con la historia que diariamente todos vivimos.

Sabemos que el rosario es una escuela de oración que nos permite mirar a esa primera y ejemplar cristiana que fue Santa María. Ella, tenga el traje del Pilar o el traje de la Santina, significa en nuestro camino humano y creyente una manera muy concreta de ver y vivir las cosas. Porque a través de las cuentas del rosario, vamos desgranando los momentos del cada día que tienen todas esas cosas: gozos, dolores, luces y glorias. Todo un abanico de matices que ponen nombre a nuestras alegrías, a nuestros llantos, a nuestras claridades y a la esperanza última que nos convida.

Si hay gente que lleva cuentas del mal y vive de éstas, los cristianos queremos mirar a María en su historia para llevar en la nuestra las cuentas del bien. Ya tengamos las sonrisas que nos alegran, o nos broten las lágrimas que nos acorralan, o se enciendanlas luces que en las cañadas oscuras nos iluminan, o nos asomemos con esperanza cierta a la gloria que nos ha sido prometida, nuestro camino concreto y real pasa por esa calle cotidiana que llamamos vida. Ahí están los misterios gozosos, los dolorosos, los luminosos y los gloriosos. En el rosario de la vida, llevemos bien llevadas las cuentas del bien.