Tuesday, November 16, 2010

El Prat

Cómo no va correr la tinta, cómo no crecerá la literatura en los aeropuertos. La transitoriedad de la existencia, el tiempo, la coordenada, la vida perenne de quién viaja deveras. Su escenario cosmopolita, global, ideal atmósfera para contarlo todo o nada, entre más letras y un café. El aire que han conquistado los aviones infla de ese dejo etéreo y sobrenatural a la terminal de paso: a ese quiasma de destinos -y su interjuego de inicio y fin...; cuidado, que luego se cae el que pierde el piso.

3 comments:

quique ruiz said...

Tengo la impresión de que hablas de dos cosas en el texto: del potencial literario del aeropuerto (y das razones del porqué) y de otra cosa al final, el cual no me queda claro: “cuidado, que luego se cae el que pierde el piso”. Pareciera que hubieras hecho una asociación libre entre ese potencial y algún tipo de soberbia. Pero no veo por qué sería soberbia cualquier razón que fuera el origen de tal potencial. Tal vez sólo especulo.
Por otro lado, ¿por qué no asociar libremente? Parece que sigo especulando.

JBF mx said...

Hay un corte en el texto, por eso los tres puntos. Es decir, hay un texto faltante, lo único que el lector conoce es fragmentario. Esa es la idea. El vacío lo llena el lector tal como tú lo has hecho interpretando o adivinando no se qué ni cuántes intenciones.

quique ruiz said...

Ah, ya.
Oye, ¿y había alguna línea en ese vacío o estuvo vacío desde el principio?